Para salir de Costa Rica hay que pagar un impuesto de 8 dólares por persona. Se puede hacer directamente (con tarjeta de crédito o débito) en el Banco de Costa Rica (BCR) usando el código QR publicado en la ventanilla de Migración o en alguna agencia en la frontera donde se paga en efectivo y cobran un dólar extra por la gestión. El pago se refleja en el sistema de Migración, entonces se puede sellar la salida en el pasaporte. Luego hay que pasar por la Aduana para suspender o cancelar el permiso del carro.
La entrada a Panamá requiere mostrar la cartilla de vacunación del Covid o presentar una prueba PCR o antígeno negativa (de menos de 72 horas). Luego hay que pasar por Migración. Allí te orientan ir a Aduana a comprobar que el carro va a ser admitido antes de sellarte la entrada en pasaporte (te toman las huellas dactilares). Debes comprar un seguro obligatorio (hay una agencia allí mismo y cuesta $25 USD por mes) y con eso y los documentos requeridos te tramitan el permiso del carro:
pasaporte y sello de entrada
licencia de conducción
propiedad del carro
permiso de circulación (o placas)
Luego un agente hace una inspección visual del carro y te entregan una declaración de aduana que debes llenar y devolver. Así queda finalizado el permiso que es válido por un mes y prorrogable dos veces en cualquier oficina de Aduana del país (más abajo te decimos cómo).
Finalmente hay que pasar por fumigación y abonar $8 USD.
Nuestra Experiencia
Paso Canoas, julio de 2021
La salida de Costa Rica fue ágil y sin sorpresas. Pagamos la cuota y cancelamos el permiso del carro como corresponde y avanzamos hacia el lado panameño.
No hay parqueo en el puesto fronterizo, los carros simplemente se arriman en un lado y los camiones en el otro. La calle se obstruye casi completamente cuando hay varios transportes haciendo la gestión al mismo tiempo.
En primer lugar fuimos a las oficinas de Migración y Aduanas a chequear que teníamos todos los documentos necesarios. Allí en la frontera hacían el hisopado por $40 USD pero nosotros nos internamos a pie en territorio panameño, sin que nadie nos preguntara nada, para ir a un laboratorio donde lo hacen por $30 USD. Esperamos una media hora por el resultado y volvimos para Migración.
Procesaron al titular del vehículo y nos dijeron que volviéramos para procesar la otra viajera una vez el camper fuera autorizado por Aduana. Primero conseguimos el seguro obligatorio para el carro ($25 USD) en una oficina en la acera de enfrente (tiene un rótulo afuera) y luego nos presentamos en la ventanilla correspondiente con los documentos y copias que exigen en estos casos. La persona que nos atendió estaba un poco agobiada y nos dispensó su dosis de maltrato. De paso se equivocó y tuvo que hacernos el permiso dos veces.
A continuación vino la inspección del vehículo y las declaraciones de Aduana (que habían olvidado entregarnos). Otro error en el documento nos llevó una tercera vez frente a la empleada de Aduana, que no le dio ninguna gracia pero tuvo que rehacer el documento. El permiso es gratuito, válido por un mes y prorrogable dos veces.
Ya estábamos listos para irnos cuando recordamos que faltaba un pasaporte por sellar. Era la hora de almuerzo, pero conseguimos que alguien nos atendiera.
Todo el proceso demoró entre cuatro y cinco horas. No estuvo tan mal, pero podía haber sido más rápido si no hubiera tanto pa’trás y pa’lante. Antes de salir de allí pasamos por la estación de fumigación, el último paso y que también se paga.
Río Sereno, enero de 2022
Pasamos la noche frente a las oficinas de control de fronteras de Costa Rica sin ningún problema. Nos presentamos en la ventanilla de Migración cuando ya terminaba un gran grupo de trabajadores migrantes. No pudimos pagar el impuesto de salida por Internet porque la señal no era lo suficientemente fuerte. Caminamos hasta una tienda de productos agrícolas donde dan “el servicio” y cobran un dólar por cada persona (que se suman a los 8 que hay que pagarle al gobierno).
Al regresar a Migración, había llegado otro grupo y tuvimos que ponernos en la cola. Después de bastante rato nos llegó el turno. Sellamos los pasaportes y seguimos para Aduana, que es la ventanilla de al lado, para cerrar el permiso del carro.
Ya estábamos listos para hacer la entrada a Panamá. Llevamos el camper para el parqueo de un mercado frente a las oficinas y nos tocó hacer la cola detrás del mismo grupo. En la entrada, entregamos la prueba del antígeno y nos tomaron el nombre, la edad y el número de pasaporte.
Una vez en la oficina de Migración, nos pidieron el seguro del carro. No lo habíamos comprado aún. Nos dijo el oficial que lo consiguiéramos y luego volviéramos para que procesaran al propietario. Así lo hicimos. Fuimos a un negocito donde nos vendieron el seguro por $25 USD y nos entregaron dos copias. Con el seguro en la mano regresamos para Migración. Tuvimos que entregar una fotocopia del pasaporte, no sabemos muy bien por qué.
El siguiente paso fue ir a la Aduana, donde nos trataron con amabilidad. No nos pidieron el original del título del carro, pero sí el de la registración. Cuando nos entregaron el permiso, pasamos a la ventanilla de al lado para pagar la fumigación ($8 USD) y nos dijeron que trajéramos el camper para la inspección.
Volvimos a Migración para sellar el pasaporte de la otra viajera y pidieron fotocopia. Salimos, nos montamos en el carro y ya nos estaban esperando donde se hace la fumigación y la revisión. Se subieron dos personas: la mujer que nos hizo el permiso y un hombre del control fitosanitario. Abrieron algunas puertas y gavetas, incluyendo el refrigerador, preguntaron por plantas y mascotas y se fueron. Ya nos podíamos ir.
Nos movimos hacia más adelante y nos pusimos a revisar el permiso para asegurarnos que los datos eran correctos. Habían puesto mal uno de los nombres. Para evitar malos ratos con las autoridades de la carretera, regresamos a la oficina de Aduana para hacer la corrección. Demoramos un montón porque los oficiales se habían ido a almorzar y cuando volvieron, no podían cambiar nada en el sistema; tuvieron que llamar por teléfono a algún superior y al final lo que nos dieron fue una fe de errata adjunta. Entonces sí nos fuimos, a pasar la noche en el pueblo de Volcán.
Cómo renovar el permiso de importación temporal del camper en Panamá
Un proceso sencillo, que no debe tomar mucho tiempo si vas preparado. Lo principal es ir antes de que el permiso que tienes venza. Las oficinas de Aduana en el interior del país cierran temprano y no abren los fines de semana ni los feriados. Por tanto, si tu permiso vence un domingo, deberás ir el viernes anterior y pedirles que te renueven a partir del día que vence (de lo contrario se te van restando días).
Las oficinas del seguro no están tan cerca de las de Aduana como en la frontera. Entonces, hay que comprar el seguro antes de ir. En la aseguradora muestras la póliza anterior y ellos buscan en la computadora y te la renuevan. Te dan una orden de pago y con el comprobante que te entregan en la caja regresas con el agente y te imprimen la nueva póliza. Allí mismo les pedimos que nos dieran una copia.
Ahora ya te puedes ir a la Aduana. Entregas el permiso que está por vencer y la póliza de seguro nueva. Ellos introducen los datos en el sistema y te entregan un documento nuevo, igual que el anterior con la fecha actualizada. Al cabo de un mes, vas a repetir todo el proceso de nuevo (por última vez) en la oficina que más cerca te quede.
Si por alguna razón no vas a poder llevarte el carro en la fecha programada, debes informar a Aduana y poner el carro en depósito aduanal. Eso para el conteo de los días del permiso y cuando lo vuelvas a activar puedes usar los días que te quedan (si sobrepasas los tres meses en depósito, el conteo se reinicia y puedes disfrutar tres meses más).